Francia es un destino turístico mundialmente conocido. Este país tiene mucho que ofrecer al visitante más allá de la magia de París o la majestuosidad de los Alpes franceses. Las cuevas en Francia son unos apasionantes rincones en donde el viajero puede conocer una parte muy interesante de este país e igualmente impresionante.
¿De qué hablamos en este artículo?
ToggleLas cuevas más famosas de Francia
Las cuevas de Francia son unos de los mayores tesoros naturales por los que se puede llegar a conocer y sentir parte de la historia y la cultura de este país. No solo pueden visitarse las conocidas cuevas de Lascaux, sino que existen otras cuevas espectaculares que sumarán a tu viaje un extra de aventura y conexión con el entorno.
Cuevas de Lascaux
Sin duda, esta cueva situada en el suroeste de Franca es la más conocida. Su principal atractivo son las pinturas rupestres que se encuentran en ella y que se han conservado durante 17.000 años. Lascaux es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y en este lugar se han desarrollado distintos estudios arqueológicos y antropológicos. Su descubrimiento fue muy curioso.
En el año 1940, unos niños observaron la madriguera de un zorro por la que había caído su perro. Tras agrandar la entrada, pudieron entrar y así se conocieron las pinturas de representación de animales como bisontes, caballos o ciervos que alberga la cueva. Se lo contaron a su profesor y se inició la excavación de la cueva.
Se abrió al público en 1948, aunque tuvo que ser cerrada en 1963 por la aparición de algas en las paredes a causa del gran número de visitantes. Ahora se puede acceder a Lascaux II, una réplica a unos 200 metros de la cueva original.
Grutas de Cabrespine
Cerca de Carcassonne se ubica una de las cuevas más visitadas de Francia, las grutas de Cabrespine. Lo primero que impresiona es su tamaño, al entrar descubres una cueva de 80 metros de ancho y 250 metros de profundidad. Es conocida por la riqueza de sus cristalizaciones y los juegos de luces, y cuenta con una pasarela de cristal no apta para personas con vértigo. El fondo de la cavidad es un río subterráneo.
Cueva de Chauvet
Situada en el sureste de Francia, es otra de las cuevas más conocidas de Francia por la buena conservación de sus pinturas rupestres, que tienen una antigüedad de unos 30.000 años. Esta datación las convierte en una de las pinturas más antiguas de todo el mundo. Aunque la original no se puede visitar, existen réplicas muy interesantes y la zona es realmente atractiva por su entorno natural y su situación geográfica.
Gouffre de Padirac
Se caracteriza por su original entrada, un pozo natural de 103 metros, y por el río subterráneo navegable que permite la visita de la cueva en una barca. La descubrió en 1889 el explorador Édouard-Alfred Martel. Recorrer esta cueva en Francia te sumergirá en un viaje al interior de la tierra entre impresionantes estalactitas y estalagmitas.
Aven d’Orgnac
Esta cueva, declarada Grand Site de France, cuenta con el atractivo de las formaciones curiosas que pueden observarse como una zona llamada torres de platos o las palmeras de hasta 17 metros de altura. En ella podrás disfrutar de una experiencia muy especial durante su espectáculo de luz y sonido, que ayuda a crear una atmósfera realmente mágica y misteriosa.
Gruta de la Salamandre
Conocida como el Reino de los Gigantes de Cristal, al adentrarte en esta cueva de Francia te sentirás parte de un cuento. Su decoración es realmente espectacular y existen diferentes tipos de visita, algunas de ellas con vuelo en Aéroplume incluido. Los más avanzados en espeleología podrán adentrarse en las cámaras más ocultas para descubrir las profundidades de esta magnífica cueva.
Las cuevas en Francia no son simples creaciones naturales, sino lugares históricos en los que se descubre el pasado de esos territorios. Adentrarse en ellas es una oportunidad para una gran inmersión en el territorio y la geología del país.